Ya ha pasado casi una semana y a mí me parece que llevamos ya un mes rodando por Europa.
Tengo que decir que por ahora todo está yendo sobre ruedas, nunca mejor dicho jeje, mejor de lo esperado.
Os cuento un poco la ruta que llevamos hasta ahora, dónde hemos hecho paradas, Kms y cómo nos estamos organizando.
Salida desde el Dom de Utrecht:
No podía ser de otra manera. El Dom es el edificio más emblemático de Utrecht, y la torre más alta de Holanda. Desde aquí partió también el Tour de France del 2015. Vamos, que ni pintao!
Algunos familiares vinieron a casa a las 7,30 de la mañana a ayudarnos a poner el equipaje en el coche.
Otros amigos se acercaron a despedirnos directamente al Dom y a hacernos las fotos de rigor.
Y menos mal que eran solo las 8 de la mañana. Teníamos el Dom y el centro de la ciudad solo para nosotros, y desde aquí entre risas y cachondeo nos despedimos de todos.
Ruta:
Utrecht
138 Kms
Issum
107 Kms
Bornheim
120 Kms
Sankt Goar
135 Kms
Eppelheim
115 Kms
Schwabisch Hall
110 Kms
Donauworth
TOTAL KMS: 725
Ya el primer día estábamos en Alemania (Issum). Un pequeño pueblo en la campiña alemana. Reservamos un apartamentito a través de Airbnb y no me esperaba un alojamiento tan bonito y bien decorado.
La dueña se dedicaba a hacer figuras de arte con la madera y eso se notaba en toda la decoración de su casa. Tenían un jardín muy bien cuidado y creo que hice la mejor siesta en una hamaca de todo este último año.
Al día siguiente, nos dirigimos hacia Bornheim. Un Domingo de sol y calor como fue el Sábado anterior. En el camino, yo decidí hacer parada en Dusseldorf y fue una gran idea. El centro de la ciudad estaba tranquilo y pude aparcar fácilmente y gratis!!
Una ciudad que recomiendo visitar para un fin de semana, sobre todo si vives en Holanda, que pilla bastante cerca tanto en coche como en tren.
Cuando llegué por la tarde a Bornheim, Evert ya estaba allí!
Los dueños nos recibieron como si ya nos conociésemos de antes. Muy amables y cercanos, nos sentimos como en casa rápidamente.
Les hizo mucha gracia ver que éramos una pareja de diferente nacionalidad, pero sobre todo nuestro viaje:
A Grecia en bicicleta?!?! Perdona???
Después de tomar algo con ellos todavía nos quedaron fuerzas para acercarnos a Bonn en tren.
Así que después de más de 100 Kms de bici para Evert y de coche para mí; más turisteo por Dusseldorf y Bonn, esa noche dormimos como angelitos en este apartamento que os recomendamos si alguna vez pasáis por Bornheim.
El Lunes ya amaneció lloviendo, ese día nos dirigíamos a Sankt Goar. No teníamos idea de qué nos encontraríamos aquí, lo que sí sabíamos es que era un pequeño pueblo a las orillas del río Rin.
Este día fue más complicado, adiós al buen tiempo. Hubieron muchas lluvias fuertes, y si conducir por la autopista ya tenía lo suyo, no me quería imaginar cómo le iba a Evert y a su “fiets” (bicicleta en holandés).
Ya empezamos a divisar las primeras colinas hasta llegar a Sankt Goar. Preciosas vistas cuando llegas desde las montañas y te encuentras el inmenso río y castillos a su alrededor.
Aquí tuvimos tiempo de visitar el Castillo de Rheinfels y de ver cómo el río había crecido después de las lluvias. Al parecer, hacía tiempo que no pasaba. Nos alojamos en un pequeño hotelito con vistas al río y pudimos tomar unas cuantas fotos.
Al día siguiente ya salíamos para Eppelheim. Una zona residencial cerca de Heidelberg.
Evert tuvo problemas con la ruta y tuvo que hacer unos cuantos kilómetros más hasta volver a coger el camino correcto. Esto le retrasó la llegada una hora más. Pero aún así nos recomendaron que visitáramos Heidelberg, y menos mal que lo hicimos.
Nos encantó esta ciudad, el ambiente, por fin había vida después de tanto pueblito alemán :-))
Aquí no te puedes perder visitar el Castillo de Heidelberg, uno de los más grandes y antiguos de Alemania, impresionantes sus vistas a la ciudad y el puente que cruza el río Neckar.
Al día siguiente tocaba llegar a Schwabisch Hall. Nos costó muchísimo encontrar alojamiento. Todo ocupado, intentamos también a través de Zimmer Frei, pero no tuvimos suerte.
Al final tocó pagar el alojamiento más caro hasta ahora. El camping con este tiempo no era una alternativa todavía.
Así que nos hacía mucha curiosidad qué íbamos a encontrar en Schwabisch Hall, este nombre impronunciable para mí y que quedó rebautizado por “Wasabi”, sí sí, esa salsa verde japonesa, pero es que no había manera. Evert me dejó por imposible! :-)))
Y ahora os escribimos desde Donauwörth, una pequeña ciudad, pero importante en la zona por donde pasa el Danubio.
Ahora con ganas de llegar ya a Munich, donde nos esperan unos amigos y nos tomaremos un descanso, y por fin haremos más vida social.
Feeling Travelling
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Molt xulo el blog (i el projecte). Us seguim ))
Ohh fantástic pareja !!!! Continuad así de bien!!! Mercè i Joan Carles xxx