Bajando desde el puerto de montaña Hochtor, en la carretera Alpina Grossglockner, nuevamente aparece la vegetación, el verde y los típicos pinos austriacos.
La carretera es una maravilla para descenderla tanto en bicicleta como en coche, con curvas pronunciadas pero fáciles, aunque a tus frenos seguro que no les va a gustar tanto.
El primer pueblo que verás entre árboles y desde las alturas será Heiligenblut: un pueblo de cuento en Austria.
Situado en una de las áreas más bonitas de Austria en el Parque Nacional Hohe Tauern.
Paras un momento en los laterales de descanso para contemplarlo con tranquilidad desde arriba, y saborear ya la ilusión de que vas a pasar un par de noches en un sitio tan bucólico.
En los dos días en los que estuvimos, el sol apareció en pocos momentos, pero aún así, no nos importaba, de hecho nos hubiese gustado encender una chimenea con leña recién cortada y sentarnos enfrente del fuego, cual película americana ;-)
Pero no pudo ser, no hacía frío para eso y tampoco teníamos chimenea.
Sin embargo, acabamos alojándonos en este hotelito de una pareja holandesa que hace 3 años decidió también seguir sus sueños marchando a Austria para montar este hotel en el pueblito de los cuentos.
Nos prepararon la habitación de abajo con esta entrada tan bonita, que tenía estas vistas al pueblo y a esa Iglesia de estilo gótico tan característica.
El río cruza el pueblo con fuerza, agua clarita y limpia de las montañas.
Estos sonidos de río me recuerdan a vacaciones de mi infancia, en un pueblo de Aragón donde Dios perdió la zapatilla.
Que no se parecía en nada a éste, pero en el que todos los críos nos bañábamos y lo pasábamos tan bien!
La Iglesia es de las más visitadas de Austria, y no solo esto, sino que buscando ahora información en la página web oficial del pueblo, resulta que la Iglesia se llama San Vicente de Zaragoza!!
El centro de Heiligenblut es pequeño, tiene lo justo e imprescindible y a la misma vez todo lo suficiente para llevar una vida muy cómoda en el centro de la naturaleza.
Desde el mismo centro se pueden coger los funiculares para subir a las pistas de esquí en invierno, pero también están abiertos en primavera y verano para subir a hacer senderismo por las montañas más altas de Austria.
HEILIGENBLUT: UN PUEBLO DE CUENTO EN AUSTRIA Clic para tuitear
Desde aquí podrás visitar el Glaciar Glossglockner, según nos informaron la ruta no es difícil para llegar caminando desde los funiculares que te dejan arriba.
Nosotros no lo pudimos hacer porque hacía mal tiempo, así que nos quedamos por rutas de alrededor, preciosas y muy fáciles para caminar, hasta llegar a las cataratas Gossnitz-Wasserfall.
Aquí dejo el link con la página oficial de las actividades, por si a alguien le interesa, nunca se sabe.
Desde el hotel donde nos alojábamos podías ir andando perfectamente, me pareció todo como muy cómodo.
En fin, creo que con las fotos os podéis hacer una idea, y a mí me da, que volveremos!
Feeling Travelling
Os dejamos el vídeo de la llegada:
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